Floración

En condiciones favorables las phalaenopsis viven entre 3 y 7 años, floreciendo dos o tres veces al año. Su floración es muy duradera,  lo que puede ser unos dos o tres meses más allá del comienzo de su floración.

Una vez todas las flores estén marchitas y si el tallo se seca es recomendable la poda, recortando el tallo entre el segundo y tercer nudo empezando por el nacimiento del tallo, si el tallo sigue verde dejar tal y como esta ya que puede tener una nueva floración

Un momento crítico para la planta es cuando los botones florales están hinchados, a punto de abrirse. Es conveniente no estresar la planta es esos días con cambios de ubicación, temperatura o humedad. Cualquiera de esos cambios puede conducir a la caída prematura de los botones, sin llegar a florecer.

Temperatura y Humedad

A las orquídeas phalaenopsis no le gustan las temperaturas extremas ni las corrientes de aire. Al contrario, se encuentra muy a gusto en sitios con abundante luz y humedad, sin sol directo

El agua de riego será mejor cuanto más natural. Si la del grifo es demasiado calcárea o nos llega muy clorada podéis dejarla reposar varias horas y luego regar. Debe estar a temperatura ambiente.

El sistema de riego es muy fácil; Tan solo se tiene que ir mirando el depósito de agua, donde están las bolitas, cuando la planta haya absorbido completamente el agua del depósito , poner agua por encima de las piedras de arriba hasta llegar a las bolitas, nunca poner agua hasta arriba, de lo contrario la planta se pudre.

se tienen que pulverizar las raices aereas sin mojar las hojas ni el centro de la planta. No se debe dejar agua estancada en el centro de las hojas.

Deberíamos tener especial precaución con la calefacción durante los meses de invierno. La orquídea podría encontrarse con un ambiente más seco, lo que podría perjudicarla

Sustrato y maceta

La phalaenopsis tiene clorofila en sus  raices verdes, las utilizan para realizar la fotosíntesis, es por ello que se venden en macetas transparentes o translúcidas, para facilitar que les llegue la luz. Estas orquídeas se ajustan bien a sus tiestos, aunque parezcan pequeños, no se han de transplantar.

Abono

El sustrato habitualmente utilizado es muy pobre en nutrientes, por lo que es bueno para la planta aportarle nutrientes a través de algún fertilizante líquido especial para orquídeas. Pero no os paséis con las dosis, podéis quemar las raíces.

Abonad siempre sobre el sustrato ya regado.

Su enfermedad más común

Una alta humedad, baja temperatura y escasa ventilación son las condiciones ideales para la proliferación de la bacteria Pseudomonas cattleyae, que ataca a casi todas las orquídeas pero que en las Phalaenopsis es mortal en pocos días. Produce la pudrición de las hojas conocida como “Brown spot” (Mancha marrón) ya que la infección aparece como spots traslúcidos y acuosos en las hojas.

Es una enfermedad muy contagiosa entre orquídeas, de manera que es conveniente aislarla de otras plantas como primera medida.

Lo más efectivo es cortar con una hoja afilada la porción de hoja infectada y colocar la planta en un lugar bien aireado, evitando al mismo tiempo el riego durante una semana ó hasta que se observe que la progresión de la pudrición se ha detenido.

Si hubiese raíces muertas (se las reconoce pues suelen estar “desinfladas” y ser de color marrón) hay que cortarlas utilizando unas tijeras que habremos pasado antes por la llama de una vela con el fin de esterilizarlas para evitar la transmisión de virus.